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miércoles, 11 de abril de 2012

"Todos los niños pueden ser Einstein"

En “Todos los niños pueden ser Einstein” Fernando Alberca defiende que todos los niños son un piano con todas las teclas, que incluso a algunos –por enfermedad- pudiera faltarle alguna, pero que en ambos casos es el intérprete (padres, profesores, educadores) los que son capaces de sacar de él una extraordinaria melodía, como hacían Beethoven o Mozart.
 
El autor de este best-seller, parte del caso de Einstein, para explicar cuál fue la clave Einstein. Esa por la cual Albert pasó de un niño con dificultades para hablar y para aprender a leer, cuya madre lo consideraba retrasado mental al igual que los profesores y compañeros.
 
Fernando Alberca argumenta como en este caso, al igual que en el de otros muchos hombres brillantes de la historia (Edison, Bell, Lorca, Churchill, Picasso, Mendel, S.Jobs, etc.) la clave estuvo en la suma de MOTIVACIÓN + MÉTODO, como lo está en todo ser humano.
 
Una motivación muy diferente a la que hoy empleamos y un método también muy distinto al actual si queremos que alguien llegue al éxito que se proponga y estimulando su inteligencia, es decir, su capacidad de resolver problemas, esta sea el medio eficaz de alcanzar la felicidad.
 
Para Alberca este el único objetivo: emplear la inteligencia para ser feliz.

 
Fernando derrumba muchas falsas creencias sobre la inteligencia y el cociente intelectual. El ser humano no aprende porque sea inteligente, sino que es inteligente porque aprende. Se hace inteligente al aprender. “La inteligencia es experiencia y lo demás información”, decía A.Einstein.
 
El autor de este “Todos los niños pueden ser Einstein” defiende que nuestro sistema educativo hará a padres, profesores y alumnos infelices, si no cambia de rumbo y propicia aplicar en el día a día todo lo que ya sabemos sobre neuropsicología, aprendizaje, inteligencia y afecto: cabeza y corazón, hemisferio izquierdo y derecho. Porque el sistema educativo y cultural de Europa está volcado torpemente hacia el hemisferio izquierdo y desprestigia a menudo esa otra parte de nuestro cerebro más creativa, intuitiva y rica para la motivación que nos falta.
 
“Lo importante no es cociente intelectual con el que nacemos, sino que hacemos con él. Este libro pretende que cualquiera sea el detonante que haga a un niño, a un adolescente o a un adulto, aprovechar sus posibilidades reales, que con demasiada frecuencia son mayores de las que él cree. La capacidad del ser humano es infinita y es mucho más capaz si encuentra la motivación y el método adecuado”


Fuente:UNIR- Universidad Internacional de la Rioja

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