.

sábado, 21 de abril de 2012

Un buen TELESCOPIO no puede ser de juguete

 Quiero que mi hijo se aficione a la astronomía ¿Qué telescopio me aconsejáis?
Pregunta muy frecuente... y de difícil respuesta. En principio, cualquier telescopio que no sea de alta complejidad puede ser perfectamente utilizado por un niño; los niños suelen aprender a manejar artilugios con mayor facilidad que muchos adultos. Pero, por lo general, cuando alguien formula la pregunta está deseando que la respuesta se refiera a un telescopio barato.

Principio básico y taxativo: NO PUEDE SER UN TELESCOPIO DE JUGUETE. En comercios de juguetería suele haber telescopios más o menos baratos, adornados con espectaculares cajas con imágenes de Saturno visto de cerca o con impresionantes galaxias espirales, que anuncian elevadas potencias y que casi prometen hacer del niño un gran astrofísico. 

Es preciso desechar este tipo de juguetes porque son contraproducentes en este caso: en salvo muy pocas excepciones, la calidad de las imágenes que ofrecen estos artilugios, que son generalmente de plástico, es nefasta y, además, son inestables; cualquier niño que tenga la aspiración de observar el firmamento se decepcionará de inmediato y, lo más probable, es que abandone. Aunque el coste económico haya sido bajo, su compra habrá supuesto tirar el dinero y, además, es probable que le haya costado la afición al niño. 

Vamos algo más allá: los telescopios (supuestamente para adultos) que son muy simples y que pueden adquirirse en muchos comercios, incluidas las grandes superficies, como los refractores de 60 mm de abertura (abertura = diámetro del objetivo, sea lente o espejo) y algunos reflectores pequeños, tampoco son recomendables. Aunque tengan más entidad, siguen siendo «juguetes». Quien los adquiera debe ser muy consciente de que únicamente le servirán para efectuar prácticas con la Luna y con algún que otro astro brillante, pero poca cosa más. En consecuencia, tampoco son útiles para incentivar la afición a un niño. (Refractor = telescopio tipo anteojo o catalejo. Reflector = telescopio cuyo objetivo es un espejo). Los telescopios de 60 mm podrían ser útiles si el sistema óptico y la mecánica fueran de calidad, porque su manejo es fácil y, al ser instrumentos pequeños, tienen poco peso. Servirían al niño para practicar en la búsqueda de los astros y para observar la Luna, los satélites de Júpiter, los anillos de Saturno, la manchas del Sol.... Ahora bien, hoy día es excepcional hallar en el mercado telescopios de 60 mm de calidad, puesto que su precio sería superior al de un telescopio bastante más grande y de calidad media.

Si queremos uno que valga la pena, que el chaval se lo pase bomba y aprenda, oscilará entre los 150 y 800 eur. aprox../.. 
Fuente: Agrupación Astronómica de Sabadell – Josep Mª Oliver




1 comentario: