El
psicólogo norteamericano y profesor de la Universidad de Harvard, Howard
Gardner, ha desarrollado la Teoría de las Inteligencias Múltiples, según la
cual la inteligencia no es un concepto unitario, sino que existen un conjunto
de inteligencias distintas e independientes.
Entender la
inteligencia como una capacidad implica que es una destreza, que se puede
desarrollar, o no. Si aplicamos esta teoría al campo de los juguetes, podríamos hacer
una división en categorías en función de la inteligencia que estimule cada uno,
aunque hay que tener en cuenta que no se trata ésta de una clasificación
cerrada, ya que un mismo juguete puede contribuir al desarrollo de más de un
tipo de inteligencia.
La
inteligencia físico-cenestésica es la que permite al niño manipular los
diferentes objetos y perfeccionar sus habilidades motrices. En este sentido,
los mejores juguetes son los cochecitos, las motos o los que necesitan ser
arrastrados por el niño, aparte de todos aquellos juegos que se realicen en
espacios abiertos. La mejor forma de desarrollar la inteligencia musical
es con juguetes que imiten instrumentos musicales, como tambores, guitarras,
teclados o flautas, sin olvidar los DVD educativos, muy adecuados para preparar
la escucha activa.
La inteligencia naturalista se refiere a la observación de los modelos de la naturaleza, en este campo podríamos incluir todos los juegos de animales o granjas, minerales, telescopios, lupas o libros especializados. Por otro lado, la inteligencia interpersonal es la que permite entender a los demás. Todos los juegos que requieran o faciliten la participación de varios jugadores pueden desarrollar enormemente esta capacidad, como los juegos de mesa o los teatros de marionetas. La capacidad que nos permite entendernos a nosotros mismos es la inteligencia intrapersonal, y que se desarrolla precisamente con los juguetes de uso individual y con los cuentos, que potencian la imaginación y el conocimiento, tanto a nivel interno de la persona como externo, ayudándoles a comprender e interactuar en el mundo que les rodea.
La inteligencia naturalista se refiere a la observación de los modelos de la naturaleza, en este campo podríamos incluir todos los juegos de animales o granjas, minerales, telescopios, lupas o libros especializados. Por otro lado, la inteligencia interpersonal es la que permite entender a los demás. Todos los juegos que requieran o faciliten la participación de varios jugadores pueden desarrollar enormemente esta capacidad, como los juegos de mesa o los teatros de marionetas. La capacidad que nos permite entendernos a nosotros mismos es la inteligencia intrapersonal, y que se desarrolla precisamente con los juguetes de uso individual y con los cuentos, que potencian la imaginación y el conocimiento, tanto a nivel interno de la persona como externo, ayudándoles a comprender e interactuar en el mundo que les rodea.
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