Con esta explicación «demasiado simplista»
introduce el psicólogo Francisco Gaita a unos padres «con miedo y llenos de
dudas» en la realidad del 2-3% de la población, que es la que se estima que tiene
una inteligencia fuera de lo común.
Fundador, hace 20 años, de la Asociación Valenciana
de Ayuda a Niños con Alta Capacidad, Gaita participa en unas jornadas
organizadas por la
Asociación de Altas Capacidades de Gipuzkoa-Alcagi de la mano
de La Salle San
Luis Ikastetxea y Kutxa.
- ¿Qué significa ser una persona con altas capacidades o
superdotada? ¿Es lo mismo?
- No son lo mismo. El de las altas capacidades es un término
muy objetivo. Casi nunca añadimos 'intelectual' porque damos por supuesto que
estamos hablando de este tema. Pero hay que decirlo, porque también hay altas
capacidades para la música, para el deporte... La alta capacidad intelectual es
algo muy específico, que se constata con unas pruebas que se emplean
internacionalmente. Eso es indiscutible, y ningún psicólogo, pedagogo, director
de colegio o conseller puede venir a rebatirlo. ¿Este niño tiene altas
capacidades? «Pues sí, es alto, mide dos metros. Es lo que hay». Me gusta hacer
la comparación con la altura porque nos permite deducir muchas cosas.
- ¿Como cuáles?
- ¿El que tenga dos metros quiere decir que este niño tiene
el corazón bien? No. ¿Que tiene los pies planos? Quizás. ¿Que tiene en su
pueblo una cancha de baloncesto? Probablemente, o no. ¿Que tiene un entrenador
de baloncesto con el que se lleva bien y que sabe sacarle todo el partido? Pues
sí o no. ¿Que tiene padres aficionados al deporte y le apoyan? Puede ser que
sí, o no. ¿Que sus compañero le aceptan? Sí o no... Lo que quiero decir es que
ese chaval tiene unas características que obligan a comprarle zapatos que no
tienen que ver con su edad o a comprarle una cama que tampoco corresponde a sus
años. Tiene unas características físicas con unas necesidades especiales. ¿Pero
tiene que ser necesariamente jugador de baloncesto? Pues no.
- Así que ocurre lo mismo con los chavales con una capacidad
intelectual fuera de lo común...
- Exactamente lo mismo. ¿Un niño con altas capacidades tiene
unas necesidades educativas especiales? Naturalmente que sí. ¿Que tiene que
haber una aceleración (adelantarle a un curso que no corresponde a su edad)?
Depende. ¿Que tiene que ser un bicho raro? O no. ¿Que va a ser más o menos
aceptado socialmente? No se sabe.
- ¿De qué depende que desarrollen o gestionen adecuadamente
esa capacidad extraordinaria?
- Volvamos al niño alto. Depende de que haya una cancha de
baloncesto. Si no hay ningún colegio que le atienda, si se lleva mal con el
entrenador, con el profesor, lo gestionará mal. Si el padre no lo acepta o lo
estimula, pues mal. Y si sus compañeros le rechazan, va incluso a esconder esa
capacidad. ¿Que va a ser un estupendo jugador de baloncesto o un gran
universitario? No necesariamente.
- ¿En qué se diferencia la alta capacidad y la superdotación?
- La palabra superdotado se emplea en muchas zonas de EE UU,
Canadá, Australia... para referirse al niño de altas capacidades muy bien
integrado, estimulado y que tiene éxito. Algunos psicopedagogos dicen que el
que de verdad es superdotado no necesita ayuda. Y así es si por definición se
selecciona como superdotado al que no necesita ayuda. En cambio, el de altas
capacidades no por tenerlas tiene éxito. El niño superdotado estupendo es el
niño encantador que todos los profesores quieren. Los de altas capacidades
pueden ser insoportables, porque tú le haces la vida insoportable: no se
atienden sus necesidades, no son comprendidos.
- ¿Hasta qué punto está el sistema educativo adaptado?
- Yo he participado en unas cuantas discusiones en tribunales
de Justicia de varias comunidades autónomas y hemos ganado siempre, porque la
ley está de nuestra parte.
- ¿Qué pedían, aceleraciones de curso para estos chavales?
- No siempre, también adaptaciones curriculares. Yo inicié mi
trabajo con niños deficientes, y en ambos casos se parecen: tienen necesidades
educativas especiales, pero no todos son iguales y están igual de integrados,
no son igual de simpáticos, sociables, emocionalmente estables...
Desgraciadamente, cuando describimos un niño con altas capacidades no estamos
diciendo que tenga un equilibrio emocional perfecto. ¿Por qué? A veces, no
siempre, por culpa de su alta capacidad. Otras, porque sus padres se están
divorciando, tiene celos... Otros son emocionalmente maravillosos, pero no
porque sean inteligentes.
- ¿Cómo se lleva a cabo en la práctica una adaptación
curricular?
- Cada niño es un mundo en cuanto a sus motivaciones y hay
que encontrar una respuesta personalizada. Por ejemplo, hay niñas de tres años
y medio que leen perfectamente y con darles lectura casi resuelves la
situación. Hay niños que a los 5-6 años multiplican y con darles libros de
entretenimientos matemáticos solucionas el problemas. Hay niños que con 8 años
son expertos en agujeros negros o en animales prehistóricos, por lo tanto, hay
que intentar encontrar sus intereses y no cercenárselos.
- ¿Es cierto que la escuela es para muchos de estos niños una
especie de tortura porque se aburren?
- Me atrevería a decir que no aburrirse es su primera
necesidad educativa especial. Si se aburren en clase a los 5 años, estás
perdido. Y si los padres les obligan a hacer los deberes, están perdidos. Le
estás obligando a asumir que ir a clase y hacer deberes es su obligación,
cuando debería ser su devoción. El placer de un músico es escuchar y tocar
música, el de un atleta es practicar atletismo, y el de un niño de altas
capacidades es entender, razonar, discurrir... Suelo explicar a los padres que
los deberes y los placeres intelectuales deben ir juntos. El niño inteligente
tiene que dedicar, quizás mas tiempo que los demás, a aprender. Pero no como
deber. ¿En qué se nota que una persona es inteligente? Pues, si no le ha ido
muy mal en la vida, en que está trabajando en algo que le gusta. Si conseguimos
que padres y educadores entiendan estos, estarían salvados.
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