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lunes, 2 de abril de 2012

¿Qué saben los profesores de los alumnos más capaces?

Las leyes no lo pueden todo. En realidad, no pueden casi nada. Lo importante es lo que ocurre en las aulas y eso depende de los profesores. Pero tampoco es justo pedirles a éstos que asuman tareas o responsabilidades para las que no han sido formados, o para las que no tienen recursos, y luego cuando las cosas no salen como esperamos, se les culpabilice de unos resultados que, en muchas ocasiones, no dependen de ellos.

La National Asociation for Gifted Children  y el Council for Exceptional Children de los EE. UU., han elaborado en 2006 un documento conjunto de estándares (1) referido a los conocimientos y competencias que los profesores que se dediquen a atender a los niños más capaces y con talento  deben tener. Qué cosas han de saber, qué actitudes y destrezas tienen que mostrar. Es todo un catálogo de lo que se debe esperar de ellos.


Me ha parecido del máximo interés para que nosotros reflexionemos sobre la situación en nuestro país y pongamos los medios a nuestro alcance para formar a profesores adecuados para este cometido.


Ya se ha hecho común aquella máxima de que “ningún sistema educativo es mejor que sus profesores”. Tampoco podemos pensar que nuestros niños más capaces van a estar adecuadamente atendidos si no hay profesionales específicamente formados para abordar esta tarea. Tampoco ayudan los mitos que sobre la educación de los más capaces planean, tal como he ido poniendo de manifiesto en sucesivas entradas sobre el particular. Ya me pronuncié al respecto de la importancia que tienen para un sistema educativo sus profesores. Son la pieza clave, como muestran muchos estudios internacionales. Si queremos mejorar el sistema, debemos mejorar lo que ocurre dentro de las clases. Pero esto no se logra solo con cambios legislativos, sino con formación.


¿Cuántos profesores han recibido una formación específica, basada en evidencias, para atender a los niños de alta capacidad? ¿Cuál es la actitud de algunos de ellos sobre la necesidad de una educación diferenciada imprescindible para estos niños? Hay estudios, a los que ahora no me referiré, que responden no muy favorablemente a estas preguntas.


He conseguido el amable permiso del Council for Exceptional Children para llevar a cabo esta traducción y difundirla a través de mi blog. Naturalmente cualquier error de interpretación o traducción es solo mío y el texto que aquí enlazo es de mi responsabilidad. El documento original en inglés puede encontrarse en las webs de la NAGC o del CEC. La traducción se puede descargar en el enlace siguiente: Descargar estándares (pdf) en web.


Estamos ante toda una guía para que administradores, profesores, padres e investigadores tomemos nota y aprendamos de la experiencia ajena. Y, en la medida de nuestras posibilidades, cooperemos en la tarea de formar a los profesores.

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