El MAGNESIO juega un papel importante en más de 300 reacciones químicas que mantienen el buen funcionamiento del cuerpo.
Los usos
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala que el
magnesio tiene múltiples funciones entre las que destacan su uso como
laxante para combatir el estreñimiento y para la preparación del
intestino antes de un procedimiento quirúrgico o de diagnóstico.
Este mineral también es utilizado para tratar enfermedades del
corazón y vasos sanguíneos que incluyen el dolor de pecho, los latidos
irregulares , la presión arterial alta, los niveles altos del colesterol
“malo” y el ataque al corazón.
Otros de sus usos se dan en el tratamiento del Trastorno de Déficit
de Atención e Hiperactividad (TDAH), la ansiedad, el síndrome de fatiga
crónica, la enfermedad de Lyme, la fibromialgia, los calambres de las
piernas durante el embarazo, la diabetes, los cálculos renales, los
dolores de cabeza de migraña, la osteoporosis, el síndrome premenstrual,
el mal de altura, la incontinencia urinaria, el síndrome de las piernas
inquietas, el asma, la fiebre del heno, la esclerosis múltiple y para prevenir la pérdida de la audición.
Además también es utilizado por los atletas para aumentar la energía y
la resistencia física, y como tratamiento de tratamiento de úlceras
cutáneas infectadas y para acelerar la cicatrización de las heridas.
¿Dónde buscarlo?
Aunque este nutriente se encuentra en una buena cantidad en muchos
alimentos, las carnes, los mariscos, productos lácteos, frutos secos y
granos de cereales integrales (no en molidos ni refinados), son fuentes
abundantes de magnesio.
Otras fuentes incluyen los productos lácteos, las carnes, el chocolate, el café y el agua.
Una manera fácil de recordar cuales son los alimentos que son fuentes
buenas de este mineral es relacionarlos con las fibras ya que estos son
los que tienen más cantidades de magnesio.
Deficiencias
Aunque deficiencia de magnesio puede ser asintomática algunos de sus
síntomas pueden ser: tirones musculares, temblor, entorpecimiento y
hormigueo. Con menor frecuencia se observan debilidad muscular,
convulsiones, apatía y taquicardia.
Además existen algunos grupos poblacionales de riesgo, entre los que se encuentran:
*Personas hospitalizadas que han recibido nutrición parenteral
(nutrición artificial vía intravenosa) prolongada, sobre todo si han
sufrido un síndrome diarréico.
*Aquellos que sufren mala absorción intestinal crónica, que conduce a menudo a deficiencia.
*Los alcohólicos crónicos, porque en su organismo la eliminación de magnesio por la orina aumenta.
*Personas que están en tratamiento crónico con diuréticos.
Si usted sospecha que le hace falta calcio la recomendación para los
adultos es de 350 miligramos de magnesio diarios para el hombre y de 300
miligramos para la mujer, sin embargo, lo conveniente es consultar a su
médico para que se lo recete.
Fuente: MedlinePlus / Eroski consumer
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